Tras dejar el coche en el aeropuerto, cogimos un Shuttel bus hasta Jerusalén por 20€ cada uno. Otra forma y más barata de ir (o volver, que fue lo que hicimos dos días después para despedirnos de Israel), es coger el nuevo tren que sale de la terminal 3 (hasta ella hay un shuttel bus gratis, sobre todo si vuelas con una compañía low cost que te dejará en la terminal 1), por 17IDR (4’25€), hasta la estación central de Jerusalén. De ahí hay un moderno tranvía que por 5IDR (1’25€) te deja en el casco antiguo de la ciudad.
Día 1

Puerta de Damasco
El primer día lo dedicamos al barrio cristiano, armenio y musulmán, ya que era Sabbath y el judío pensamos estarían muchas cosas cerradas lo dejamos para el siguiente, junto con la explanada de las mezquitas y el monte de los olivos.
Empezamos en la puerta de los leones recorriendo la Vía Dolorosa, (Camino que hizo Jesús, transportando la cruz hasta su entierro), hasta la iglesia del Santo sepulcro. Está bien ir leyendo que pasó en cada estación y saber que es cada sección de la iglesia. Lo de hacer la inmensa cola para tocar la piedra donde dicen estuvo la cruz y dónde lo enterraron ya se deja a gusto de la devoción de cada uno.

Vía Dolorosa
Tras ello recorrimos el barrio Armenio hasta llegar a la puerta de Sión, donde se puede ver agujeros en la pared por las metralletas de la guerra de los 6 días, donde Israel le arrebató a Jordania Cisjordania. (Fueron estos segundos, quienes le declararon la guerra junto con Egipto, Siria y Líbano, en cuanto las naciones unidas dejaron el protectorado, queriendo eliminar el país)
Cerca de la puerta de Sión está la tumba de David y el lugar donde se realizó la última cena. En el cementerio enfrente del parquin, como una tumba más, solo reconocible por el montón de piedras sueltas que hay encima de la lápida, está la tumba de Oskar Schindler. Empresario aleman que salvó a más de 1200 judios de la cámara de gas, quedándose en la ruina.

Santo Sepulcro
Para los judíos las piedras simbolizan agradecimiento, recuerdo y gratitud. Como para los cristianos dejar flores, pero ellos dicen las flores durán poco, mientras que las piedras pueden ser eternas. Aún así, cuesta encontrar la tumba y se hace raro no tenga ni un simple obelisco o decoración más recargada en recuerdo a él por las autoridades israelíes. Sobre todo estándo en Jerusalén donde casi cada piedra esta bendecida….
Tras ello dedicamos la tarde a descansar y comprar souvenires en el inmenso zoco que es la ciudad vieja de Jerusalén.
Día 2
Nos levantamos prontisimo para ver la explanada de las mezquitas. Habíamos leído se forman enormes colas y que incluso se llega a no poder entrar. El horario de apertura son las 7:30, así que a esa hora ya estábamos en el muro de las lamentaciones para entrar por la puerta de los moros (única puerta de acceso, salir puedes por la que quieras). Tras un pequeño punto donde enseñas el pasaporte y te revisan el bolso, accedes por una pasarela y llegas a la explanada.

Muro de las lamentaciones
Cuando llegamos no había nada de cola y pudimos disfrutar de la cúpula de la roca, donde según el islam Mahoma ascendió al cielo. Según el judaísmo esa misma piedras es donde Abraham intento asesinar a sus hijos tras ordenarselo Dios. Será que no hay piedras en el mundo que se pelean por la misma. De todas maneras, el acceso al interior solo pueden entrar musulmanes. Tampoco supone una tragedia, será por piedras importantes en Jerusalén.
Eso sí, los guardas están atentos a cualquier cosa que consideren inapropiado. Nos intentamos hacer una foto Irene y yo abrazados como otra cualquiera, desde afuera de la cúpula y nos lo recriminaron enérgicamente. Nada de contacto en la explana, ni darse la mano dejan.

Cúpula Dorada
En la explanada, aparte de la cúpula de la roca, están los arcos de las almas y la mezquita que la custodia. Para salir, decidimos hacerlo por la puerta del algodón, donde hay un animado zoco. De ahí salimos de la ciudad por la puerta de los leones al monte de los olivos.
Para subir al monte de los olivos hay un arduo camino empedrado. Arriba, aparte de unas bonitas vistas de la ciudad. Está la capilla de la ascensión, donde por 5 IDR (1’25€) puedes acceder y ver la piedra donde Jesús ascendió a los cielos, si le pones imaginación dicen que se aprecia la huella del pie (debía estar muy fuerte el hombre). Menos mal que no le dio por ascender en la misma piedra que los judíos y los musulmanes, si no ya la habríamos liado.

Calles de Jerusalén
A la bajada fuimos a visitar el sepulcro de la virgen María. Intentamos buscar el de José, pero no había información de el. Pobre, encima de cornudo, olvidado…
Por la tarde fuimos a pasear por Machane Mehuda Market a las afueras de la ciudad vieja a 20 minutos a pie y visitamos la puerta de Faya. Los deberes estaban hechos en Jerusalén.
Para la gente que sólo tiene un día, es perfectamente posible realizarlo todo si va a paso ligero. Más aún si es en verano que atardece tarde. Se puede empezar bien temprano en el muro de las lamentaciones para visitar la explanada de las mezquitas y salir a la Vía Dolorosa hasta el Santo sepulcro. Por la tarde se puede visitar la periferia del monte de los olivos, la ciudad de David y la puerta de Sión.
Al día siguiente pusimos rumbo al aeropuerto. El cual no nos costo pasar por los controles, como cualquier otro aeropuerto internacional con alguna pregunta de mas. Por si acaso, eso sí, es mejor estar 3 horas antes.
Atrás queda nuestro recuerdo de Jordania e Israel. Dos países muy distintos pero con lugares igualmente magníficos.