Llegamos tras 7 horas en bus desde el Calafate con la empresa Taqsa por 6500ARS (20€) cada uno.
Puerto Natales es un pequeño pueblo donde cientos de personas hacen escala para ir a visitar el Parque Nacional Torres del Paine. No tiene el glamour de el Calafate pero suficientes servicios como para pasar lo justo y aprovisionarse.
Ya era bien entrada la tarde, por lo que para que no nos pasase lo mismo que en Bariloche y nos quedasemos sin pasajes para Usuahia, decidimos comprarlo todo antes de ir al hostel.
Compramos los pasajes para Ushuaia y para el Parque Nacional Torres del Paine (7000 pesos – 7€). Para el parque hay varias compañías con el mismo precio todas. Salen y llegan todos a la misma hora. En la estación también hay una oficina de cambio con el mejor cambio del pueblo a excepción del Banco Estado (pero las colas son infernales por 10 pesos chilenos, 0’01€)
Día 1
El primer día en la zona lo dedicamos a pasear un poco por el pueblo y ver su rivera. Para quien quiera también está la visita a la cueva del milodon, donde se aprecia un esqueleto completo de este enorme herbívoro.
Aprovechamos el día para comprar las cosas necesarias para el trekking: alimentación y gas para el hornillo. También compramos una lona de plástico por si llovía mucho, pero nunca llegamos a utilizarla, subestimamos la gran impermeabilidad de la ferrino 4 estaciones que llevábamos.
Día 2
Nos levantamos a las 5:30 (parece pronto, pero a eta hora, en estas latitudes el sol ya hace un rato que ha salido a principios de diciembre) desayunamos en el hostel, que nos guardan parte de las maletas y nos ponemos en marcha hacia la terminal.
El trayecto hasta el Parque Nacional Torres de Paine dura dos horas. La entrada al parque son 35€ cada uno (Torres del Paine es caro, caro de cojones). Las parcelas de la concesión las torres (Central, Cuernos, Francés y Serón) 50€cada una, si quieres carpa completa 128€, si quieres refugio mejor no saberlo… Las otra concesión, vértice vertical (que lleva los refugios Dikson, los perros, grey y Paine Grande) cobra 10€ por persona si llevas la tienda. (Poner precios). Hace 12 años, cuando Alberto vino, había campings gratuitos, hoy completamente desmantelados.
Para colmo el bus no llega al inicio de los senderos. Si no a la boletería de los guardaparques, laguna amarga. Para llegar al inicio del sendero (sector Central) tienes que agarrar un bus de la concesión las torres que te vale 3000 pesos cada uno (3€). No les han bastado los 228€ por tres noches en una tienda de campaña que nos han clavado…
Una vez en las torres nos ponemos en marcha al campamento Serón. Nuestra idea era hacer la O. Pero solo pudimos contratar la sección de Las torres ya que las de vértice no había manera con la pasarela de pago. Para colmo has de reservar con meses de antelación y nosotros, en un viaje tan largo como el de Chile y Argentina no sabíamos a ciencia cierta las fechas.
Para colmo ni las compañías se ponen de acuerdo. Así como los refugios de las torres , te deja hacerlo en ambas direcciones, las de Vértice no. La O solo puede hacerse al contrario de las agujas del reloj. Que es verdad que es más panorámico así. Pero imagínate que primero contratas los refugios de las torres sentido las agujas del reloj y luego, al contratar las de vértice y ves que no se puede en ese sentido. Triunfantes…
Al final el bus de Bariloche a el chalten nos retraso dos días y tuvimos que retrasar y acortar el trekkin. Realizaríamos la W pero sin visitar el Glaciar Grey y visitando el sector Serón que ya teníamos contratado.
El trekkin de Central a Serón son 14km (los carteles y mapas ponen menos, están mal, absolutamente todos los del parque, un crack el cartografo) y tras el inicio ascendiendo, luego va plano y desciende al final para hacer los últimos tres kilómetros planos otra vez. Cómo aliciente en este sector, el río Paine de un azul turquesa glaciar intenso muy bonito. Eso sí, nos llovió a gusto todo el camino, no intensamente pero si continúo. Tardamos unas 4 horas en recorrerlo.
Una vez en el refugio te registras y en un sector de pasto vallado puedes instalar tu carpa. Hay pocos árboles así que conviene llegar pronto para poder poner la tienda a resguardo.
El refugio cuenta con agua potable, baños decentes y duchas con agua caliente con jabón y una carpa grande para cocinar con bancos. Dicen que también tienen Wifi, pero nunca funcionó o es de pago. Eso sí, te dejan cargar los móviles o relojes inteligentes. Estábamos tan cansados del madrugón y la caminata que a las 8 ya estábamos durmiendo.
Día 3
A las 6 a.m. ya estábamos desayunando. Hoy teníamos que deshacer el camino y si hacia bueno subir al mirador de las torres.
El camino de vuelta fue más ameno que el de ayer de ida. Hacía calor y todo estaba despejado. Nada que ver con el día de ayer lloviendo sin cesar una fina llovizna hasta la tarde.
Llegando al refugio Central y observamos que las torres del paine eran visibles. ¡¡Que alegría!! Porque aunque mayormente despejado, se veía cubierto por esa zona.
Nos registramos en el refugio, instalamos la carpa rápidamente, pusimos dentro la mochila grande y los utensilios que no íbamos a necesitar y comenzamos el ascenso hacia el mirador de las torres. ¡Nos esperaban 10 kilómetros y 700 metros de desnivel! Y ya habíamos hecho 14km desde serón. Pero sabíamos que al día siguiente el día era malísimo, así que si queríamos verlas era hoy o nunca.
Y ahora empieza la locura de la ascensión. Que se resume en una subida potente hasta el paso del viento, un leve descenso hasta el refugio chileno y un continuo ascenso hasta los dos últimos kilómetros. Los dos últimos kilómetros son de una subida infernal. Pero eso no es todo, ahora viene lo mejor de esta zona del mundo. La climatología.
En la primera subida hacia un calor sofocante, empezamos a sudar como pollos y conforme vamos llegando al paso del viento este hizo honor a su nombre. Las rachas de viento eran tan fuertes que casi salíamos despedidos. La gente se tiraba a la ladera para protegerse literalmente.
Pasado el campamento chileno y conforme ascendemos, lo más increíble. El cielo se tapa y ¡se pone a nevar! Literalmente. ¿Pero que está pasando? Si hace media hora nos achicharrábamos de calor. Aquí los ánimos se van al suelo. Pensamos las torres se habrán tapado, que es imposible se vea algo con el viento y la nieve que está cayendo. Hace mucho mucho frío.
Nuestro estado de ánimo decae. Tanto esfuerzo para nada. Al final meditamos un poco y decidimos continuar para ver si al menos se podía ver algo. Conforme vamos ascendiendo por el bosque el sol vuelve a aparecer tímidamente. Llegamos a los dos últimos kilómetros del sendero. Un ascenso brutal por piedras y nada más salir del bosque el sol nos saluda con un calor de justicia. ¿Pero esto que es? ¿Que pasa en este rincón del planeta con el clima?
A los pocos cientos de metros las torres empiezan a vislumbrarse. ¡Se ven¡ ¡Las torres se ven! ¡Al final nos embriaga la felicidad! Tanto esfuerzo ha valido la pena. Nos hacemos mil fotos. Eso sí, el viento azota como nunca.
Tras tal álgido momento empezamos el descenso. Se hace largo y penoso hasta el campamento central. Al final 32 kilometros y casi 800 metros de desnivel. Cenamos y nos acostamos. Nos quedamos dormidos al instante.
Día 4
Durante la noche no ha parado de llover y soplar un viento incesante. Pero estábamos tan cansados que hemos dormido del tirón. Son las seis de la mañana y nos esperan 16 kilómetros hasta el Camping francés.
Este tramo de la W va bordeando el lago Nordenskjöld de un azul cielo intensísimo. El camino es un auténtico rompepiernas que sin grandes subidas, no para de subir y bajar constantemente mientras bordea el lago. Para colmo el viento no cesa. Es tan tan fuerte que no solo nos detiene y desequilibra constantemente, sino que las ráfagas hacen subir el agua del lago y la deja caer como si fuese lluvia sobre nosotros. Eso unido al cansancio de ayer, ha hecho sea un trayecto realmente épico.
Aunque el viento era incesante y la nubosidad abundante. Pudimos ver los cuernos, no así el Paine grande tapado por las nubes. Pero nosotros ya estábamos contentos, no esperábamos ver nada ese día excepto lluvia. Lo que más nos sorprende de este parque nacional aparte de las montañas es la intensidad de los colores de los lagos.
El camping del francés está ubicado en una colina, algo complicado para instalar las tiendas de campaña. Nosotros al cambiar las fechas, tuvimos que arrendar una carpa completa ya que no había hueco para la nuestra (aunque luego visto lo visto había espacios más que de sobra).
Lo curioso de los campings de Torres del Paine, es que si no vas tú expresamente a registrarte, nadie se preocupa. Vamos que llegas allí, instalas tu tienda y nadie se da cuenta. No hay supervisión ninguna.
Día 5
Último día de trekkin y nos espera otro día de muchos kilómetros. 20 kilometros y 720 de desnivel positivo.
En esta etapa entre el Camping Francés y el Paine Grande hay que desviarse para ascender por el valle francés hasta el mirador británico.
El sendero recorre el primer kilómetro y medio plano hasta mirador. Ahí ha habilitado un lugar para dejar las maletas e iniciar el ascenso por el valle del francés más ligero.
Empieza el ascenso, primero suave hasta el desmantelado campamento italiano. Cuando Alberto vino hace 12 años era un campamento gratuito. Ahora está todo ruinoso, hasta el puente colgante que llevaba al Paine Grande está destrozado.
Tras el extinto campamento italiano el ascenso se intensifica y empieza a nevar. Hoy ya nos lo tomamos como algo normal en esta región. El Paine Grande está medio cubierto por las nubes, pero desde el mirador francés puede observarse sus glaciares colgantes y como retumban al caer los sercas al glacial inferior.
Llegando al mirador británico la cosa se pone picante. La inclinación aumenta y entre piedras y viento te vas abriendo paso. A la derecha los cuernos se ven perfectamente pero a la izquierda el Paine Grande sigue tapado. Poco a poco conforme llegamos al mirador empiezan a asomarse las grandes montañas, el cerro espada, la catedral, el cerro escudo, la aleta de tiburón. No es un día despejado pero puede verse todo. Al final, para los días tan malos que hemos tenido, hemos podido disfrutar de grandes vistas.
El descenso es rápido, nos hemos quedado demasiado tiempo haciendo fotos y a las 17:00 sale nuestro ferry en el campamento Paine Central. Mientras bajamos vamos guardando en nuestra retina las imágenes de las montañas y del río francés por el que vamos pasando. De un azul blanquecino producido por el deshielo hermoso. Llegamos al mirador, cargamos las maletas y nos ponemos rumbo al Campamento Paine grande.
Son los últimos 7’5kilometros bordeando el lago Peohe, muy bonito también, con ese azul intenso. Los cuernos detrás de nosotros se ven perfectamente pero el viento sigue soplando fuertemente arrojándonos el agua del lago Peohe. Al final el Paine grande se despeja lo suficiente como para poder obsérvalo en la penumbra de las últimas nubes que lo tapan. Llegamos al campamento Paine grande al fin. Cansados pero felices.
A las 17 salimos con el ferry (25000 pesos chilenos – 25€ por persona) hasta el Puerto. Llegamos a las 17:40 y vemos nuestro bus. ¡Que bien! Podremos salir antes. Pues no, a las 18:30 hay otro ferry que llega y el bus espera a que llegue. Si lo llegamos a saber pillamos el de las 18:30 y disfrutamos más de las vistas del mirador francés… La que si se alegra que hayamos llegado es la de la cafetería que hace su agosto con los turistas que quedan ahí varados.
Al final salimos a las 19:45 ya que el ferry se ha retrasado. Da igual en la terminal que bus cojas y a que hora te digan que sale. Todos saldrán después del último ferry que en diciembre es a las 18:30 y te harán esperar ahí como un pasmarote.
Con la tontería llegamos a puerto natales a las diez de la noche y empiezan los problemas. El primero que ya todos los supermercados están cerrados y no podemos acarrear provisiones para el largo bus a Ushuaia. El segundo que conforme entramos en el hostel la cara de entre sorpresa y pánico al vernos de la dueña ya denotaba no iba a ser nada bueno. Nos había apuntado la llegada al día siguiente y tenía lleno. Afortunadamente la chica es «harta espabilada» y nos ubica en una habitación que no tenía arrendada por cuestiones de comodidad pero que era perfecta, sobre todo por lo cansado que estábamos. Y tres, por la hora que era todos los restaurantes estaban empezando a cerrar por lo que famélicos recorrimos todas las calles hasta encontrar una pub hamburguesería, donde comimos la mejor hamburguesa de nuestra vida (Que estaba buena, pero sobre todo por el hambre que teníamos).
A la mañana siguiente nos levantamos temprano, más por la luz que salía por la ventana (5:30 a.m.) que por el despertador un cuarto de hora más tarde. Recogimos, desayunamos y pusimos rumbo a la terminal ya que nuestro bus a Ushuaia salía a las 7 de la mañana. Acababa así nuestra aventura por Chile a la cual esperamos volver para conocer el norte en un futuro viaje por Bolivia.
El Parque Nacional Torres del Paine no es solo los circuitos W u O. Hay tantas opciones de trekkin que puedes pasarte otra semana caminando (y los precios no son un abuso). Hazte con un mapa y recorre.